viernes, mayo 18, 2007

Recaídas

Hoy hace exactamente un mes que mi voluntad se resquebrajó. La piel de mi cuerpo se tensó, como si fuese el continente de una carga excesiva, y finalmente de pies a cabeza se abrió una grieta, demasiado profunda para ser ignorada, demasiado leve como para sumirme en una nueva etapa. La chica de la ventana volvía a mi vida para alojarse en esa parte de mi pecho que tengo reservada para las relaciones sexuales, o por lo menos, eso es lo que me empeñé en creer…
Las dos semanas anteriores a esa fecha se habían caracterizado por el espíritu huidizo que impregnaba cada uno de mis días. Los trayectos cotidianos se habían vuelto disparatados, cuando para evitar a toda costa pasar por su barrio recorría si era necesario algún kilómetro de más. Mi vida nocturna sufrió una amarga y múltiple mutilación, a la que únicamente sobrevivió el bar del final de mi calle, donde las horas se hacían tan pesadas como las gotas de aire condensado que ensuciaban el techo y esporádicamente caían, frías, sobre mi cabeza. Mi teléfono móvil se vio relegado a ocupar el cajón de mi mesilla en modo off tras la avalancha de llamadas perdidas de los primeros días, y sólo por la noche durante algunos minutos era resucitado para informarme inquieto, vibrante, del número de intentos que desde su número había realizado para contactar conmigo.
Y sin embargo, un día cuando volvía de la compra, convencida de que lo tenía todo controlado, me la encontré sentada en la acera, frente a la puerta de mi casa. Al verme se incorporó de un salto, y caminando hacia mí me saludó:
- Hola, ¿te echo una mano?
- Hola, no, no hace falta.
- Vale… ¿cómo estás? –preguntó retrocediendo levemente sobre sus pasos, dejándome el paso libre hacia la puerta.
- ¿Qué estás haciendo aquí?
- Tenemos que hablar Kansspel, no se puede desaparecer así de la vida de una persona.
- ¿Por qué no? –respondí gallita al tiempo que introducía la llave en la cerradura y la hacía girar.
- Joder Kanss, no seas así – y mientras lo dijo una de sus manos agarró mi antebrazo con una suavidad que por algunos segundos me trasladó a la noche en que nos conocimos. Sentí una intensa punzada nostálgica en mi nuca, y giré mi cabeza para encontrarme con su rostro, desde donde unos inquietos y tambaleantes ojos lanzaban una mirada que rozaba la súplica.- Déjame entrar, necesito hablar contigo. Por favor, déjame entrar –y apoyó su hombro izquierdo en el quicio de la puerta, sin retirar aquella mirada de mis ojos.
- Está bien, pasa, ya conoces el camino – y abrí la puerta de casa, y le señalé el pasillo. Encaminó sus pasos delante de los míos, e impuso un ritmo lento, dubitativo, hasta la cocina. En cuanto dejé las bolsas sobre la mesa y me giré hacia ella se abalanzó sobre mi cuerpo, rodeando mi cuello con sus brazos, apretándose contra mí, mientras me susurraba al oído:
-Tú me importas…Tú me importas…No me hagas esto. Tú me importas.

6 Comments:

Blogger GaGa said...

Y después de eso aún le seguirás reservando la parte de tu pecho destinada al sexo o le abrirás la segunda compuerta?
Pobre chica.
Muchas veces si se te abren los ojos "de madrugada" es mejor tener a "alguien" a tu lado para llevar mejor esos quemazones que de vez en cuando aparecen.

Besos.

18 mayo, 2007 10:44  
Blogger Morgana said...

Tíiiiiiiaaaa! le importas!!! eso es, como poco, halagador... y asusta, no?? si no, de qué esa grieta demasiado profunda para ser ignorada y esa punzada nostálgica en tu nuca??

un beso, Kansspel.

18 mayo, 2007 10:50  
Blogger La Maldita said...

Oye, a ver qué pasó ahí!!Porque la última vez estabas de muy buen rollo con ella y de repente dejaste de hablarle, faltan muchas explicaciones.
De todos modos me flipa como escribes, eres de lo mejorcito...por favor, ahora no te pases un montón de tiempo sin escribir, que se te echa mucho de menos!!!!
Moitos bicos Kanss
La Canija

18 mayo, 2007 15:57  
Blogger Mármara said...

Cuando nos importamos tan poquito, lo que importemos al resto es irrelevante. Y no tien mal que parecer.

21 mayo, 2007 12:33  
Anonymous Anónimo said...

Pero... A ti te importa ella???
No te importa ni siquiera un porquito???... Venga mujer...

22 mayo, 2007 03:19  
Blogger Mari Triqui said...

Me encanta tu post, claro, pero... hay que reconocer que los comentarios que te dejan son... interensantísimos... qué pasada!
Niñita, no sé qué decir...Bueno sí... Que te escuches y hagas lo que consideres, que por mucho que ella te quiera, ¿de qué sirve si por lo que seas tú no estás dispuesta? Qué somos muy complejas las personas reales... y las ficticias...

22 mayo, 2007 13:01  

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