Una vez más se arrepentía ante ella. Trataba de excusar su error, disfrazarlo de desliz con prendas de alcohol. Ya había llovido desde la fatídica noche, sin embargo ella ni olvidaba ni quería olvidar aquello en lo que en su día se escudara para dar por finalizado el vagar sin rumbo cogida de su mano.
6 Comments:
Pues la verdad es que éso de aferrarse a los errores de los demás para finalizar una relación, magnificar y echarle la culpa única y exclusivamente al otro...
Muchas veces los errores de los demás nos parecen imperdonables y no se perdonan. Pero otras veces sí los podemos perdonar y no queremos, y en este último caso es muy ruín utilizarlo como excusa para terminar lo que sabíamos que estaba acabado.
Saludos
Suenan muy tristes y muy dolidas estas palabras...que no se alargue la agonía. Uno de los pensamientos de Paulo Coelho: " A veces, en la vida, las cosas cambian antes de que las personas puedan acostumbrarse a ellas"... no sé por qué me dio que te iba bien este pensamiento... Un abrazo!
Nunca hay excusas para no olvidar. La memoria selectiva puede hacer mucho daño. Un saludo
De grandes personas es saber perdonar, no todos tenemos esa capacidad por desgracia.
A veces hay cosas aparentemente insignificantes que significan mucho, que se nos graban a fuego en la memoria. Bs
Kansspel, qué vaga!!, pon otro...venga...
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